(Inicio serio modalidad documental)
DEMA es una organización española de protección de la naturaleza, con más de veinte años de experiencia en la cría en cautividad y en la reintroducción del cernícalo primilla (Falco naumanni). A esta asociación, junta con la Liga por la Protección de Aves (LPO, Ligue por la Protecion de Oiseaux), debemos la elaboración del proyecto LIFE “Transfert”, dedicado a la reintroducción y a la conservación del cernícalo primilla en L’Aude (Francia) y en Extremadura.
¿Queréis conocer mejor al Cernícalo Primilla?
El cernícalo primilla, o Falco neumanni, es una pequeña rapaz de las dimensiones de una urraca más o menos. Muestra un plumaje colorado con marcadas diferencias entre los dos sexos : la hembra es marrón claro con un característico punteado, mientras el macho posee unos colores más aparente, con el dorso rojo tierra y las puntas de las alas y la cabeza gris-azulado. Suele nidificar en huecos en antiguos edificios y en el campo. Entre los años 1960 y 1990 su población sufrió una fuerte regresión debido a los cambios en la modalidad de cultivo, la utilización de pesticidas y a la perdida de lugares de nidificación.
Para llevar a cabo el proyecto de repoblación DEMA crea un centro de cría en cautividad en Almendralejo (Badajoz), donde tiene 3 núcleos de cría, un taller para la construcción de los nidos artificiales que serán ubicados en edificios y hasta un gran albergue donde alojar a los voluntarios. Aquí fuimos invitados por Pepe Antolín, el responsable y el creador del proyecto.
(Sigo contándolo desde aquí de una forma un poco más relajada… aunque no pueda ser tan divertido como los escritos del señor Javi el simpático de Camelot)
Ya desde nuestro primero encuentro Pepe Antolín nos ha contagiado su entusiasmo por el trabajo realizado en el centro DEMA. En las charlas que organizamos durante la semana del patrón de nuestra facultad nos explicó en una charla los objetivos y la importancia del proyecto de conservación del cernícalo primilla… la charla continuó en la cafetería, y viendo que el interés era mucho nos propuso una visita al centro.
Así que fuimos a Almendralejo, donde Pepe y Ana nos enseñaron las instalaciones, los antiguos núcleos de cría construidos a partir de un antiguo deposito de agua y los nuevos realizados en base a un proyecto del mismo Pepe, sencillos pero funcionales. Nos quedamos un buen rato a observar estas aves tan especiales, pequeñas como palomas pero con la hermosura de las rapaces. Pepe nos acogió y nos explicó todo, respondiendo a todas nuestras dudas, desde la historia del centro hasta las preguntas más técnicas sobre la prevención de enfermedades en los núcleos de cría… para como la vez anterior, terminar compartiendo un almuerzo con abundancia de chorizos y bebida 😉
Por la tarde fuimos a ver el otro sitio fundamental para el proyecto de DEMA en esta zona: la catedral antigua de Almendralejo. Desde siempre sitio de nidificación del cernícalo, ahora está equipada con una multitud de nuevos nidos, específicamente diseñados, construidos y colocados por los voluntarios de DEMA. La población de cernícalos se ha multiplicado desde entonces y la iglesia se ha transformado en un núcleo de cría natural en el centro del pueblo. Esta iniciativa es de hecho un doble éxito, porque representa un caso raro de colaboración entre iglesia y ciencia, fe y naturaleza, como nos comentó lleno de felicidad el mismo Pepe. Ya sólo nos quedaba subir a la cima del campanario para observar las instalaciones perfectamente adaptadas a la arquitectura de la iglesia, admirar los rojos campos alrededor de Almendralejo desde el reino de los cernícalos y las grajillas y cigüeñas comedoras de pollitos… y con eso agotamos nuestro tiempo, era hora de volver.
Regresamos a Cáceres con los bolsos cargados de almendras y en la cabeza la convicción de que es posible trabajar por la conservación de la fauna y del medio ambiente sin compromisos ni apenas recurso, de manera coherente y seguros de lo que estamos haciendo. Esto nos lo ha demostrado Pepe, con su trabajo esmerado y siempre animado por la ilusión y el ideal de poder actuar por el bien de la naturaleza.
Después de esta breve visita, solo esperábamos poder volver a DEMA por un periodo de tiempo un poco más largo para poder ayudar Pepe, Ana y los otros voluntarios en su trabajo diario en el centro. La ocasión se presentó el primer fin de semana después de las vacaciones de Navidad, así que nos organizamos en un pequeño grupito (Javi, Enrique, Fran directamente desde su Erasmus italiano y yo (Lia) en mitad de mi Erasmus extremeño) y el sábado 14 de Enero partimos con las luces de la madrugada, desayunando churros y chocolate en la carretera.
Atravesamos los grandes llanos extremeños y llegamos a Almendralejo, nos perdimos justo un poco sólo para confirmar la natural aptitud de los Avafes cacereños para la orientación y finalmente llegamos a la puerta del centro.
El trabajo empieza inmediatamente, son las 9 y media y ya es un poco tarde para los ritmos diarios del centro. Nos dividimos: Enrique y yo a la construcción de nuevos nidos, mientras Javi y Fran se dedicaron a la ambicionada actividad de cortar pollitos muertos para la comida de los cernícalos. El trabajo con los nidos es muy importante además porque estos representan una de las fuentes de ingreso de financiación para el centro: el modelo de nido, de hecho, es tan funcional que DEMA lo vende ya a otras asociaciones y organizaciones que trabajan en este campo. Después de tantos taladros y tornillos hacemos una pequeña pausa para ir a visitar el mismo productor de la mezcla con la cual se realizan las casitas para los cernícalos. Pero no se trata de una visita de compra, si no de socorro! El imponente hombre nos recibe totalmente aterrorizado por haber descubierto una pequeña culebra que ha elegido su taller como nido. Pepe cumple con su deber de socorrista experto en animales, tranquiliza al pobre hombre y nos confirma una vez mas la importancia que tiene el contacto con la comunidad en la que se trabaja, para luego colaborar y también trabajar mejor.
Después de un almuerzo «italiano» (aunque haya alguna queja de algún español un poco remilgado -Enrique ejem ejem-) y una siesta española, seguimos ayudando en los trabajos de mantenimiento del centro, que quizás parezcan actividades humildes pero son imprescindibles para que todo funcione bien. Cuando ya se acerca la puesta del sol partimos para una nueva experiencia con las aves de Extremadura: esta vez vamos buscando grullas, y de hecho las encontramos pastando en los prados cercanos a Almendralejo. Nos quedamos allí para hacer algunas fotos, hasta que las grullas se van volando hacia las charcas y el sol al fin baja.
La jornada ha resultado un poco ajetreada, y el centro ha sido envuelto por un hielo que nos hace refugiar en las camas… Buenas noches avafeños!
Por la mañana nos despertamos entre lluvia y viento frío, así que acabamos quedándonos en el taller del edificio principal, dedicándonos a la construcción de pequeñas obras de arte, otra fuente de financiación de DEMA: pájaros de madera pintada. Nos ponemos entonces a cortar, pintar y lijar cernícalos, grullas, cigüenas y alimoches, bajo la mirada de los pájaros ya completados, pintados de manera ornitológicamente perfecta y que parecen volar despacio en el medio del salón donde están colgados. Nos turnamos entre el trabajo artístico y el cuidado de los cernícalos en los núcleos de cría, así que el día pasa rápido y ya se acerca la hora de volver.
Nos despedimos de Pepe proyectando nuevos encuentros y discutiendo la posibilidad de un convenio de colaboración entre la facultad y el centro de cría para el chequeo parasitólogico y de posibles enfermedades infecciosas de los animales del núcleo de reproducción.
Este fue el primer grupo de voluntarios enviados a DEMA! Esperamos que la colaboración entre AVAFES y el centro de reproducción del cernícalo pueda seguir con numerosos intercambios de conocimientos y experiencias… estáis todos invitados, chicos de AVAFES!
Lia Morpurgo